Bvlgari celebra Serpenti Infinito
En una velada llena de sorpresas, Bvlgari celebró una noche inolvidable para todos sus invitados. Entre celebridades, amigos de la marca y los principales ejecutivos de la Casa italiana, se vivieron en varios tiempos y…
En una velada llena de sorpresas, Bvlgari celebró una noche inolvidable para todos sus invitados. Entre celebridades, amigos de la marca y los principales ejecutivos de la Casa italiana, se vivieron en varios tiempos y escenarios mundos mágicos que unieron el arte, la música, el canto, la danza, la pintura y la alta gastronomía dentro de uno de los mejores museos de Latinoamérica: el Kaluz, ubicado justo en una de las avenidas que recuerda los grandes tiempos de México, donde, desde su terraza, se alcanza a ver el Palacio de Bellas Artes junto a la Alameda y la Torre Latinoamericana.
El Sol se ocultó y empezó el concierto a piano ejecutado por Ana Gabriela Fernández, una gran pianista, que como escenario tuvo el cielo cuando cae la noche. Enseguida, los invitados pudieron visitar distintas salas del museo donde, en sus diferentes displays a manera de ventanas en sus pasillos, se pudo observar una colección casi incontable de la joyería y relojería Serpenti, conviviendo con obras de arte del museo con pinturas excepcionales de siglos pasados y la gran creación de Eva Vale con su interpretación de Serpenti llamada “A través de las Formas”, donde la serpiente rodea toda su obra, la cual le mandó hacer la Casa por encargo.
Así, entre pintura y joyas, se llegó al gran patio rodeado por balcones, desde donde se podía admirar una majestuosa mesa redonda que albergaba en su centro, como fuente de hacienda, a Fela Domínguez, cuyo canto hacía estremecer los sentimientos de los asistentes con su portentosa voz. Ante tal escenario, con ella en el centro, luciendo un vestido que se extendía en toda la superficie redonda de la mesa, conectándola con cada lugar, puesto que deleitaba con su canto, pero a la vez se combinaba con una proyección en la misma mesa donde la serpiente parecía vivir, enroscarse y jugar por todos los rincones del gran círculo.
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Y a continuación llegó la gastronomía, donde colaboraron de manera magistral y única tres chefs en tres distintos tiempos: preludio, interludio y finale. El primero por la chef Gabriela Ruiz, con una entrada a base de callo de hacha; el segundo tiempo por el chef Vicente Torres, con lo que llamó un “Tesoro de pasta fresca con trufa negra de Umbría”; y como gran final la chef Paulina Abascal, con un postre de pistache, mascarpone y café con amaretto con trozos de oro comestible.
Para finalizar, un ballet donde cada bailarina parecía volar al ritmo de la música y mimetizarse con el entorno, haciendo la despedida de una majestuosa y difícil de igualar noche del Kaluz de México y Latinoamérica, de esas que quedan en la memoria colectiva como uno de los mejores momentos vividos por los asistentes, y que patentiza el poder de Serpenti en su propio infinito. De esos momentos que alimentan al inmueble enriqueciendo su propia historia.
Como remate, una gran obra de una serpiente en papel picado a mano enmarcó el pasillo de salida para volver a la realidad. Bvlgari Serpenti, sus mundos, su infinito, la mimetización con el arte y la maestría de sus piezas, quedaron impresos en cada momento de la noche.
Rita Segura