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octubre 26, 2025

Bovet Amadéo Amadéo-DESTACADA

Amadéo Amadéo de Bovet, arte relojero sin condiciones

Esta pieza, elevada a la categoría de obra de arte por derecho propio, es resultado tangible de siglos de forjar un oficio con maestría conjuntando tradición e innovación en uno.

La historia de Bovet realmente no inicia con su fundación, sino algunos años antes, pues aunque la Manufactura se estableció formalmente en 1822, en realidad su historia comenzó a gestarse unos 30 años antes, con el nacimiento de Edouard Bovet en 1797. Hijo del maestro relojero Jean-Frédéric Bovet, decidió, no solo emular a su padre, sino superarlo. Fue más allá, mucho más allá, pues con poco más de 20 años se embarcó en el Compagnie des Indes y desembarcó nada menos que en China en donde apenas llegar vendió cuatro de sus piezas en el equivalente a un millón de dólares actuales.

Rápidamente la firma fundada en Londres estableció un legado que les valió ser reconocidos como fabricantes de relojes “para los celestiales”, e incluso se utilizaron como moneda de cambio en China. Además, en la Exposición Universal de 1855 ganaron el primer lugar en la categoría de lujo, lo que estableció una reputación que ha permanecido intacta por más de dos siglos y que ahora está bajo el mando del legendario Pascal Raffy.

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Cuando el tiempo es poesía

El compromiso de Bovet es con la innovación, la belleza, la precisión y también con el arte y el lujo total. Pocas piezas reúnen todas estas características en una sola y magnífica creación, tan espléndida que merece mencionarse dos veces: Amadeo Amadeo. Poder apreciar una obra de arte de cerca es todo un privilegio, y esta pieza, fabricada en oro de 18 quilates, da cuenta de ello. Toda impecablemente decorada con delicados grabados Fleurisanne, realizados con la maestría que solo otorga el tiempo, acumula más de 120 horas de trabajo de un solo maestro artesano, solo para las partes grabadas. Entre todos los intricados detalles destacan tres números romanos ubicados a las 12, 3 y 9 hrs.

Al trabajo de la caja hay que sumarle otras 100 horas tan solo para construir el mecanismo que lo impulsa: un movimiento de alta relojería de cuerda manual de fabricación propia Calibre 14BM02A con tourbillon volante esqueletizado. Ofrece una reserva de marcha de hasta 7 días que se muestra en la carátula. Una hermosa hazaña mecánica y artesanal permite admirar dos carátulas distintas: por un lado, una carátula esqueletada grabada a mano y, por el otro, una carátula negra lacada con hipnótico guilloché.

El arte está en los detalles

Entre sus particularidades están las manecillas de la parte posterior, que debieron montarse al revés ­–lo que garantiza que giren en el sentido correcto– y el segundero situado en la jaula del tourbillon. Destaca la absoluta simetría del movimiento, además de los detalles de los tornillos, las agujas y el borde del volante que sobresalen con un llamativo color azul. Y ya que las verdaderas obras de arte son irrepetibles, el recubrimiento del Amadeo Amadeo se puede realizar en oro o rodio, a petición del afortunado poseedor de esta pieza.

El Amadeo Amadeo es una muestra más de la versatilidad del sistema homónimo, que tomó más de siete años en desarrollarse, y que finalmente se patentó en 2010. Este mecanismo permite utilizar el reloj en la muñeca con su correa de piel de cocodrilo con hebilla de oro 5N, usarse como un guardatiempo de bolsillo con su cadena de oro rojo de 18 quilates, y ofrecer dos vistas igualmente extraordinarias, o desplegarlo orgullosamente en una mesa o escritorio. Todo sin necesidad de herramientas y en tan solo unos segundos, materializando la visión de Bovet: arte, belleza y precisión en uno. Por si fuera poco, esta pieza es hermética hasta 30 m.

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Karla Otero

Durante más de 20 años he escrito sobre arte, moda, estilo de vida y, por supuesto, sobre relojes, siempre pensando en la precisión, la belleza y el pulso creativo del tiempo.

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