
Ocho relojes de aviación, ocho relojes de altura
El mundo es de los audaces, de aquellos que se atreven a alcanzar sus sueños por muy irrealizables que parezcan. Ésa fue la filosofía que guió a Santos Dumont y a los mismos hermanos Wilbur y Orville Wright en su conquista del aire, la que sentó las bases para hacer volar a los aparatos más pesados que el aire.