Van Cleef & Arpels celebra el verano con una fantasía frutal en miniatura

Van Cleef & Arpels nos invita a sumergirnos en un universo encantado donde el tiempo se mide con dulzura y arte. La Maison presenta dos nuevas creaciones de la serie Perlée Extraordinaire Fruits Enchantés: los cronógrafos Myrtille y Framboise. Ambas piezas, más que relojes, son delicados cuadros en miniatura que rinden homenaje a la naturaleza vibrante y a la tradición artesanal que distingue a la firma desde hace más de un siglo.

Inspiradas en la frescura de los frutos veraniegos, estas creaciones cobran vida gracias a la innovadora técnica de esmalte façonné, desarrollada en exclusiva por la Maison. Este método, que tardó más de 16 meses en perfeccionarse, permite dar forma curva y volumen a las bayas bañadas por el sol, logrando un acabado que juega con la luz y la transparencia. Las frutas exuberantes parecen recién recolectadas, atrapadas en una caja redonda rodeada por cuentas doradas que añaden aún más encanto a la escena.

Un auténtico cuento de hadas

El entorno de cada carátula no se queda atrás: hojas pintadas en miniatura se abren paso sobre un fondo de oro texturizado, evocando un bosque encantado. Como toque distintivo, dos hadas –una en oro rosa, la otra en oro blanco– emergen entre los detalles. Emblemáticas de Van Cleef & Arpels, estas figuras aladas se convierten en guardianas del tiempo, engastadas con diamantes y acompañadas por pequeños grabados secretos en la parte posterior de la caja: una mariposa en Myrtille y una catarina en Framboise.

Pero detrás de esta estética mágica hay un saber hacer excepcional. En los talleres de Ginebra, esmaltadores, grabadores, pintores miniaturistas y relojeros trabajan en perfecta armonía para dar vida a cada carátula. Algunas piezas requieren hasta 300 horas de trabajo artesanal, donde se combinan técnicas tradicionales como el tallado del oro, la marquetería de nácar o el engaste de piedras preciosas.

La colección Extraordinary Dials de Van Cleef & Arpels no solo captura el paso del tiempo, lo convierte en poesía. Estas nuevas piezas lo demuestran con un lenguaje visual que es a la vez refinado y alegre, ideal para quienes buscan celebrar la belleza de la naturaleza –y del verano– con estilo, emoción y un toque de ensueño.

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