Historiador Asturias Pequeños Segundos de Cuervo y Sobrinos: con espíritu latino y alma suiza

Cuervo y Sobrinos se enorgullece de presentar una edición limitada del Historiador Asturias Pequeños Segundos que rinde homenaje a la historia de la marca y al fundador, Ramón Fernández Cuervo.

Solo 82 muñecas en todo el mundo serán adornadas por la nueva edición limitada del Historiador Asturias Pequeños Segundos de Cuervo y Sobrinos. Aquellos afortunados que posean una de estas piezas, individualmente numeradas, llevarán consigo un tributo a la rica historia de esta marca, la cual comenzó, justamente, en milochocientos-82.

Orgullosa de su pasado, pero abrazando el futuro

Una espectacular historia, harto inusual para el mundo de la relojería de alta gama, subyace las creaciones de Cuervo y Sobrinos.  Permítanme, por favor, algunas licencias literarias, para ponernos a tono con ella.

Vayan vuestras mercedes a imaginar que allá, en el año de Gracia 1862, Don Ramón Fernández Cuervo, inmigrante español natural de Asturias, abría en la Ciudad de la Habana, en Cuba, su propia joyería. No bien habían transcurrido 20 años, cuando, en 1882, seis caballeros, así llamados “sobrinos”, se le unieron, y sin cejar en el empeño, a la sazón fundaron Cuervo y Sobrinos.

En 1920, Cuervo y Sobrinos, habiendo decidido expandir su alcance, inauguró dos nuevos sitios en Europa, en Alemania y en Francia. Para 1940, su reputación había crecido y la marca era de las mejor conocidas en el continente Americano y, en 1950, su boutique era un destino imperdible para los visitantes ilustres, en la que fuera en aquel entonces la ciudad más lujosa del Caribe.

Tras ser nacionalizada, en 1965, por el gobierno cubano, la Maison aún produjo algunos relojes militares para el ejército insular, antes de caer en un periodo letárgico que se extendería hasta 1996, pues en 1997 Luca Musumeci y Marzio Villa revivieron el nombre Cuervo y Sobrinos, abriendo, en los albores del siglo XXI, puntos de venta en Italia y España y, posteriormente, en Alemania, Rusia y los Estados Unidos, presentándose por primera vez en Baselworld en 2002.

Cuervo y Sobrinos finalmente cambiaría de aires en 2008, estableciendo su matriz a la orilla del lago Capolago, en Ticino, Suiza. La Maison, no obstante, no olvidaría sus raíces, abriendo su museo y boutique en el centro histórico de la Habana, en 2009. Finalmente, en su más nueva etapa, Marco Longhi y Mario Girardi se convirtieron en socios y dueños de Cuervo y Sobrinos en 2025.

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Un homenaje a su herencia cubana y artesanía suiza

Así, con un diseño inspirado en los modelos de los años cuarenta, el Historiador Asturias Pequeños Segundos (Ref. 3102.1LE) de Cuervo y Sobrinos, al sintetizar el encanto vintage con la sofisticación moderna, resume en sí y se presenta como un homenaje a la fabulosa historia de esta marca que reúne en sí el espíritu latinoamericano con el alma suiza de la alta relojería.

Una caja de acero inoxidable pulido de 40 mm de diámetro, con fondo transparente, le confiere una hermeticidad de 50 metros y alberga el movimiento de cuerda automática Sellita SW 261. Este cuenta con una masa oscilante adornada con el emblema de Cuervo y Sobrinos, que ofrece una reserva de marcha de 38 horas y da vida a las funciones de horas, minutos y segundero pequeño.

El segundero pequeño se encuentra en una subcarátula plateada en relieve, ubicada a las seis horas, sobre una elegante carátula color crema, cuyo color único habla tanto de la calidez del alma cubana, como de la sofisticación propia de la alta relojería suiza.

El emblema CyS, aplicado a las doce, así como los índices tipo bastón complementan la estética sobria y refinada de esta edición limitada que se ofrece con dos tipos de correa: una de aire clásico y elegante, de piel de caimán de Lousiana en color chocolate mate, o bien, un brazalete de acero inoxidable para un look más moderno y versátil.

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