Grand Seiko Evolution 9 Tentagraph: perfección mecánica y estética japonesa en estado puro

Seiko plasma serenidad y belleza del Monte Iwate en invierno en un nuevo integrante de la colección Evolution 9 de la familia Grand Seiko: elegancia, refinamiento, y precisión en uno.

El “reloj ideal”, mejor conocido como Grand Seiko, encarna el pináculo de la excelencia en relojería mecánica. Precisión, legibilidad y durabilidad –además de belleza– son los principales atributos de esta pieza que vio la luz por primera vez en 1960. Casi 20 años después surgieron nuevas generaciones del Grand Seiko, y se crearon distintas colecciones.

Entre ellas se encuentra Evolution 9, en la que el espíritu clásico de Grand Seiko se funde con las luces y sombras del más puro estilo japonés que exaltan su funcionalidad y precisión. Esta colección se basa en los tres principios fundamentales del Grand Seiko: evolución en la estética, evolución en la legibilidad y evolución en la comodidad.

De estos principios se derivan nueve elementos de diseño: un índice más grande para señalar las 12 hrs, índices cortados a diamante con marcadas ranuras centrales, manecilla de las horas más ancha, esfera plana, correa ancha, caja curva y con múltiples facetas, brazalete grueso y un centro de gravedad bajo.

Te puede interesar: Grand Seiko SBGH349 encapsula la belleza de agua congelada

De luces y sombras

Todas las características del Evolution 9 buscan una figura resistente, pero, sobre todo, una que permita a la luz fluir celebrando la coexistencia de la luz y la sombra en perfecta armonía. Prueba de ello es el nuevo SLGC007 Tentagraph que utiliza de forma impecable el juego de claroscuros para rendir un discreto, pero contundente homenaje a la belleza del Monte Iwate en invierno con su cima nevada.

Esta nueva versión del Evolution 9 se presenta en una sólida caja de 43.2 mm fabricada en titanio de alta intensidad con un brazalete del mismo material que lo afirma a la muñeca siguiendo los principios que marca la colección. La cubierta de la carátula es de cristal de zafiro, al igual que el fondo, lo que permite admirar el mecanismo que lo impulsa.

Belleza y precisión

En la carátula, a través de la textura, se describe el fresco y nítido cielo color índigo del invierno japonés. Su suave color azul nos remite a la nieve tierna, como la que cae en los primeros días de la última estación del año. El patrón que se dibuja en el relieve nos remite a los picos de las montañas japonesas.

En el corazón de este magnífico reloj late un calibre mecánico Hi-Beat Chronograph 9SC5 que se mueve a un ritmo de 10 pulsaciones por segundo y tiene una asombrosa precisión de +5 a -3 segundos por día. Cuenta con una reserva de marcha de 72 horas, es hermético hasta 100 metros y resistente al magnetismo hasta 4,800 A/m.

¡Sigue a Watches World en TikTok!

Grand Seiko 44GS Hanami, un reloj inspirado en el cerezo japonés