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agosto 28, 2025

Breitling: mujer de Primera Clase

De la colección Transocean de Breitling, surge esta reinterpretación estética y contemporánea de las cronógrafos clásicos de los años 50 y 60 con el nuevo modelo para mujer Transocean Chronograph 38.

Breitling ha decidido presentar la versión femenina de su modelo cronógrafo automático Transocean. Gracias al tamaño de su caja -38 mm-, este reloj se convierte en un accesorio útil y refinado, cualidades que hoy en día son prioridad para una mujer de Primera Clase.

Transocean Chronograph 38 mm

Transocean Chronograph 38 mm

La reinterpretación estética y contemporánea de los cronógrafos de los años 50 y 60, se ve reflejada en esta pieza realizada ya sea en acero u oro rojo de 18 quilates. El Transocean Chronograph 38 posee un mecanismo cronógrafo automático certificado cronómetro por el COSC (Control Oficial Suizo de Cronómetros), la más alta instancia en materia de precisión y fiabilidad.

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Sus versiones de caratula están finamente labradas y llevan índices aplique y contadores adornados con motivos en espiral. Se proponen tres colores sinónimos de elegancia pura: negro profundo, plateado brillante y un azul noche muy singular.

Las correas de piel Barenia cocodrilo están disponibles en un amplio surtido de refinados colores en tonalidades vivas o clásicas. Además, el brazalete de acero trenzado le añade notas de originalidad y audacia femenina. El fondo lleva grabados los dos aviones que durante largo tiempo fueron el símbolo de la marca, además de la inicial B de oro de 18 quilates que hace resaltar la carátula.

Transocean Chronograph 38

Transocean Chronograph 38

Calibre: Breitling 41

Movimiento: cronógrafo automático con certificado COSC

Frecuencia: 28,800 a/h

Caja: 38 mm de acero u oro rojo de 18 quilates / Cristal: zafiro convexo antirreflejante

Carátula: negra, azul o plata

Joyas: 38 rubíes

Correa: piel Barenia, cocodrilo o brazalete (Ocean Classic)

Hermeticidad: 100 metros

 

Marco Alegría

…Ya entendería yo, con cada pieza de alta relojería, que la mayor parte de lo que llamamos extraordinario se disfruta sin percatarse del paso del tiempo, pero mirando el reloj.

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