
La colección Big Pilot’s Watch rinde homenaje a la inmortal novela Le Petit Prince
Los dos nuevos modelos Big Pilot’s Watch dedicados a Le Petit Prince de IWC Schaffhausen rinden un merecido homenaje a la novela inmortal de Antoine de Saint-Exupéry, el Principito. Si la mención de los baobabs…
Los dos nuevos modelos Big Pilot’s Watch dedicados a Le Petit Prince de IWC Schaffhausen rinden un merecido homenaje a la novela inmortal de Antoine de Saint-Exupéry, el Principito.
Si la mención de los baobabs trae una sonrisa a tu boca, continúa leyendo, porque estos relojes probablemente son para ti. Y si esa mención no trajo una sonrisa, entonces es momento de ir a leer “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry, y después regresar a leer esta nota porque, tras ello, uno de estos relojes será el indicado para ti.
IWC Schaffhausen lanza dos nuevos relojes mecánicos dentro de su colección de relojes de Piloto que rinden tributo a la inmortal novela, que ha sido traducida a más de 600 lenguas y dialectos, y que permanece tan actual hoy como hace poco más de 80 años, cuando fue publicada.
En azul, un tourbillon y un calendario perpetuo son impulsados por el orbitar del Principito y su asteroide
El primero de ellos, el Big Pilot’s Watch Perpetual Calendar Tourbillon Le Petit Prince (Ref. IW504901) es un reloj que, en una edición limitada a 100 piezas, ostenta dos grandes complicaciones: un tourbillon volante de un minuto, ubicado a las doce horas, así como un calendario perpetuo, cuyas indicaciones se encuentran en tres subcarátulas a las tres, seis y nueve.

El tourbillon se considera una de las máximas complicaciones de la relojería, el cual, al incluir el escape y el órgano regulador dentro de una pequeña jaula que rota sobre su eje una vez por minuto, anula las desviaciones de marcha provocadas por la fuerza de gravedad, incrementando la precisión del reloj.
Por su parte, el calendario perpetuo, una complicación desarrollada por Kurt Klaus en la década de los ochenta, tiene la capacidad de llevar la cuenta de la duración de cada mes e incluso inserta un año bisiesto cada cuatro años.
Así, la subcarátula de las tres combina la fecha con un indicador de reserva de marcha (168 horas); la de las seis, el mes y una indicación de fase lunar perpetua que, adornada con el asteroide del Principito en lugar de la luna, solo se habrá desviado un día tras 577.5 años. La subcarátula de las nueve muestra el día de la semana. Además, el reloj cuenta con una indicación del año de cuatro dígitos.

El corazón de este reloj es el calibre 51950, un movimiento de fabricación propia de IWC, de cuerda automática, cuyo rotor de oro sólido, en forma del Principito parado sobre su asteroide, B612, cubierto de baobabs, es visible a través del fondo de caja transparente.

En honor al elemento recurrente del color azul en la novela, la caja del reloj, de 46.5 milímetros, está fabricada en cerámica azul que ofrece una hermeticidad de 100 metros. La carátula azul profundo y acabado rayos de sol, con apliques y manecillas chapadas en oro y recubiertos con Super-LumiNova, forma un conjunto espectacular con la caja y la correa de caucho azul texturizado, la cual cuenta con un broche plegable de oro 5N de 18 quilates.
En platino, siempre brillante, el Principito y su asteroide giran, dando vida a su tourbillon
El segundo reloj, el Big Pilot’s Watch 43 Tourbillon Le Petit Prince (Ref. IW329501), limitado a 150 unidades, posee un tourbillon volante de un minuto a las seis, el cual, rotando sobre un fondo obscuro, parecería flotar en el espacio. Algunos de sus componentes están cubiertos con el tratamiento Diamond Shell®, desarrollado por IWC, que reduce la fricción y mejora el flujo de energía, confiriéndole una reserva de marcha de 80 horas.

El calibre 82905 de cuerda automática, albergado en una caja de platino de 43 milímetros que ofrece 100 metros de hermeticidad, posee un sistema de cuerda Pellaton, desarrollado por Albert Pellaton en los años cincuenta, que emplea movimientos del rotor en ambas direcciones para dar cuerda al reloj. Las partes de este sistema que están sujetas a mucho estrés están fabricadas en cerámica de óxido de circonio, virtualmente libre de desgaste. El rotor está decorado en forma del Principito de pie sobre su asteroide cubierto de plantas de baobab.

La carátula en azul profundo con acabado rayos de sol presenta apliques y manecillas rodiados cubiertos de Super-LumiNova. Le acompaña una correa de piel de becerro color café con broche plegable de platino.

Estos espléndidos relojes poseen tal belleza y encanto, que además de sus referencias directas a la novela, también parecen rendirle homenaje haciendo eco a las palabras que dijera Le Petit Prince sobre su rosa: “Es verdaderamente útil porque es linda.”.


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Cristian Miguez
De familia de relojeros, el amor por la alta relojería lo traigo en la sangre, y si bien en la mente juego con las letras, las ciencias y el marketing, en una mano traigo una pluma y en la otra, una espada.
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