El sus-PEN-so de Montblanc
La firma ha realizado un escalofriante tributo a uno de los más grandes artistas del siglo XX. Dos ediciones limitadas, la primera a 3,000 ejemplares y la segunda a 80, reviven de manera exacta los…
La firma ha realizado un escalofriante tributo a uno de los más grandes artistas del siglo XX. Dos ediciones limitadas, la primera a 3,000 ejemplares y la segunda a 80, reviven de manera exacta los momentos más distintivos de su obra.

Para honrar su destacada carrera, Montblanc ha creado una edición en oro blanco limitada a 80 piezas. El dramático elemento de tensión desarrollado en forma magistral por Hitchcock, parece renacer en cada uno de los detalles del homenaje dedicado a uno de los cineastas más influyentes de todos los tiempos. Un rollo de película de cine aparece en el cono de la estilográfica haciendo referencia al propósito final de Hitchcock, que consistía en dominar la atención del público y dirigirlo hacia donde él quería que fuera. De igual modo una soga -fabricada en el mismo metal- envuelve la tapa de la pluma fuente, representando así el arma de la primera cinta a color del director.
- Alfred Hitchcock´s Limited Edition
- Alfred Hitchcock´s Limited Edition
- Alfred Hitchcock´s Limited Edition
“Making a film means first of all, to tell a story. That story should never be banal. It must be dramatic and human. What is drama after all, but life with the dull bits cut out”: Alfred Hitchcock
De manera curiosa la firma alemana realizó también una colección de instrumentos de escritura en homenaje a una de las “musas hitchcockianas”: la Princesa Grace de Mónaco, quien durante su carrera cinematográfica fuera señalada como una de las preferidas del célebre cineasta.
Los minuciosos detalles y la simbología presentes en el diseño de la pluma, hacen que la Montblanc Alfred Hitchcock sea el tributo perfecto para un artista inolvidable, creador de un legado permanente.
Marco Alegría
…Ya entendería yo, con cada pieza de alta relojería, que la mayor parte de lo que llamamos extraordinario se disfruta sin percatarse del paso del tiempo, pero mirando el reloj.
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